Por Manolo García Oliva
Impacto Latino/Del 15 al 21 de junio de 2017
‘Gas en los poros’, de Matías Montes Huidobro. Con Daisy Fontao, Belkis Proenza y Leandro Peraza. Escenografía, Carlos Artime. Musicalización, Nelson Jiménez. Luces, Leandro Peraza. Temas musicales: Etudes 1-10, Philip Glass; Spiegel im Spiegel, Arvo Pärt; Vals de las sombras, de Ernesto Lecuona, ejecutado por Rosario García Orellana; y Cállate corazón, de Federico Moreno Torroba, cantado por Miguel de Grandy y Martha Pérez. Productor ejecutivo, Carlos Arteaga. Puesta en escena, Eddy Díaz Souza, para Artefactus Cultural Project, de Miami, Florida./// Fotos Juan Sesma y Julio de la Nuez.
Tiranía, represión, carencia de libertad, son los tres elementos fundamentales de este drama escrito en 1960 por Matías Montes Huidobro y que ese mismo año recibiera en La Habana el premio José Antonio Ramos. De contenido incisivo, Gas en los poros se nos presenta como un descarnado drama que viene desde las mismas entrañas y nos muestra la tortura física y moral llevada a cabo por una madre manipuladora y monstruosa en la persona de una débil y subyugada hija.
El texto de Montes Huidobro trasciende los tiempos para lucir que fue escrita para nuestros días, donde abundan tanto de esos males, haciendo de la pieza un drama agudo, punzante, mordaz, donde el sometimiento avasalla no solo a una hija sino también a una audiencia en pleno.
Han transcurrido 55 años desde que Montes Huidobro, autor oriundo de Sagua la Grande, Cuba, trajera al mundo posiblemente su pieza más emblemática y haciéndonos disfrutar por primera vez de su teatro, tan vital y lleno de dolor y pena.
Nuevamente en esta ocasión Artefactus Cultural Project nos trae de su sede de Miami, una producción de mucha calidad artística e interpretativa, ayudando a VESTIR DE LARGO nuestro teatro en español.
La aportación de este grupo que nos ha visitado en tres ocasiones desde 2008 a nuestro movimiento teatral ha sido monumental y excepcional, y si el pasado año con Mañana es una palabra sentó cátedra, en esta segunda ocasión le sitúa como el mejor grupo creativo del área metropolitana de Miami y su director artístico Eddy Díaz Souza como un gran maestro de la escena.
La dirección de Díaz Souza está llena de magia y compagina de forma ejemplar el meticuloso trabajo que solo un maestro de su talla sabe llevar a cabo, por hallarse en total dominio de su creatividad.
Pero si hay algo que nos falta por destacar son los trabajos de Daisy Fontao, esa primera dama de la escena cubana, y Belkis Proenza, de grata recordación en Mañana es una palabra, quienes se lanzan en un duelo interpretativo sin cuartel, luchando y bordando palabra a palabra, parlamento tras parlamento, y movimiento tras movimiento. Ambas actrices hacen suyo propio el espacio escénico, logrando labores sublimes y muy intensas. Y aunque sin crédito en el programa Leandro Peraza, en su corto papel del Jefe de la policía, brindó todo lo necesario y la veracidad a éste, incorporando a la puesta un trabajo digno de elogios como la parte ejecutante de una tiranía de turno, la crueldad que de esta se desprende y además demostrar que ella puede operar tanto en cualquier sótano casero como a la luz del día. Presencia vital de Peraza que el año pasado también nos ofreció un papel de muchos recursos: el del sonidista de Mañana es una palabra.
Buena ficha técnica: escenografía, música y luces, que contribuyeron a que el ritual de Gas en los poros fuera el modus vivendi de esta producción de gran postín. Un sonado aplauso para Eddy, Daisy, Belkis, Leandro y el grupo Artefactus, un hacedor de buen teatro.