Óscar González
La Prensa Gráfica / 10.7.2011
Su obra Vértigo 824 fue elegida entre ochenta y seis concursantes del resto de países latinoamericanos y plantea un reto para la dirección por el uso de tecnología mediante diapositivas, hologramas e imágenes en 3D, informó la organizadora del premio
Luego de haber ganado el Premio Casa de las Américas de Teatro en 2010, la dramaturga salvadoreña Jorgelina Cerritos afirma que se sintió temerosa, ya que se preguntaba qué pasaría después de conseguir tan prestigioso reconocimiento. La respuesta no tardó mucho en llegar. Y, en agosto, a Cerritos se le otorgó, por decisión unánime del jurado, el V premio de teatro George Woodyard (2011), por la obra Vértigo 824.
El jurado señala en su fallo que “Vértigo 824 es una obra muy original que presenta una mirada existencial”. Además agregan que “contiene humor, elementos poéticos y absurdos”.
Al respecto del premio, Cerritos dijo que quizá no hemos comprendido la magnitud de lo que implica y el alcance que tiene la dramaturgia “invisible” de El Salvador.
En Vértigo 824, Cerritos presenta un encuentro fortuito en avión, donde un desconocido empieza a contar su vida. “¿Por qué contamos nuestro dolor a alguien que no conocemos? Quizá por eso, porque no lo conocemos. ¿Qué nos mueve a hablar? Esa necesidad de comunicarnos”, apunta sobre la obra, al recordar que no cuenta una historia, sino la metáfora para contarla.
Según la actriz y dramaturga, “el cuestionamiento real de Vértigo 824 es qué es la vida.” Agrega: “la vida es un segundo en la realidad cósmica. Y nosotros volamos todos los días en un vuelo vertiginoso, donde nos encontramos con otros seres en las mismas circunstancias”.
Cerritos añade que más allá de la diferencia temática y el aparataje teatral de esta obra (más y diversos personajes, así como el uso de la tecnología), Vértigo 824 y Al otro lado del mar forman parte de una misma etapa: del tipo de dramaturgia que quiere escribir.
El Premio de Teatro Latinoamericano George Woodyard fue instituido por Laurietz Seda, con el apoyo del Departamento de Lenguas Clásicas y Modernas y su sección de Español de la Universidad de Connecticut en el año 2006 en honor al Dr. George Woodyard por su incansable dedicación a este género. El Premio tiene el propósito de estimular, apoyar y promover la creación de obras teatrales de alta calidad por autores latinoamericanos y latino-norteamericanos.
Cerritos no descarta ver Vértigo 824 en las tablas, por lo que pone a disposición su obra a los directores o grupos nacionales e internacionales. “Intento dar el salto fuera de nuestra fronteras, que nuestra dramaturgia pueda ser montada fuera de nuestro país, es otro salto que debemos dar”, dijo Cerritos.
“No voy a estar a la caza de certámenes; pero si llegan a mí, y tengo trabajos escritos, lo voy a hacer. Creo que es importante participar para que El Salvador presente su voz teatral creativa en estos lugares (otros países) que no conocen lo que nosotros tenemos que decir a través del teatro”, explicó.